Sonidos Inauditos #2
SUEÑO PÚRPURA, LOS MEMBRILLOS, ENCUENTRO DE PLATAFORMAS SONORAS, ROSSO POLARE, ALESSANDRA NOVAGA, MOLINA.RAR
CANTAR EN LA TORMENTA: MILES CIENFUEGOS, SUEÑO PÚRPURA, LOS MEMBRILLOS Y GHOST MUTT EN EL PARADERO (9-8-2024)
Una de las cosas que más me gusta de algunos grupos nuevos de shoegaze en Lima es que no se limitan estrictamente al género. O, si lo hacen, es solo en la medida en que utilizan ese estilo como punto de partida para explorar otros sonidos y fusionarlos con diferentes influencias. Esto podría ser una tendencia dentro del género, o tal vez sea el resultado de una escena musical local que nunca es purista y en la que siempre conviven bandas de estilos muy variados. En mi opinión, eso es lo que hace especiales a grupos como Los Membrillos o Sueño Púrpura: tienen una visión ecléctica que está profundamente influenciada por el shoegaze. El viernes pasado los vi en vivo en El Paradero. Tocaron junto a otras dos bandas, Miles Cienfuegos y Ghost Mutt (de Australia), esta última siendo la banda estelar.
Miles Cienfuegos abrió la noche. Son una banda con un formato de canción pop, pero utilizan esos recursos instrumentales de calma/estridencia. El cantante, claramente un gran fan de Thom Yorke, mostró una gran capacidad interpretativa, aunque en algunos momentos el dramatismo podía volverse repetitivo. Aun así, su voz era muy llamativa, destacando quizás por su tono andrógino, una característica poco común entre los cantantes peruanos.
Luego fue el turno de Sueño Púrpura. El local ya estaba bastante lleno. Como suele suceder con ellos, lo que hacen va más allá de un simple concierto; es casi una ceremonia. Son muy detallistas con las texturas que generan con la guitarra. Se nota que tienen una obsesión con el sonido y con las posibilidades de construir desde allí, ya sea con feedbacks o con sus pedaleras de efectos. Por momentos dejan de ser una banda de rock y se acercan más a un estilo ambiental. La voz de Jandy aparece siempre como emergiendo de esos sonidos, como una oración. Su forma de cantar es devocional y contribuye a producir ese trance en el que el grupo te sumerge. Lamentablemente, el tiempo fue corto y esta vez no pudieron tocar ese tema con el que suelen cerrar sus shows, uno que recuerda a "Interstellar Overdrive" de Pink Floyd mezclado con "Super Electric" de Stereolab, y que es una de mis canciones favoritas.
(Conversando con el guitarrista Rodo al final del show, le pregunté por qué se llamaban Sueño Púrpura, y me contó que originalmente se llamaban Llanura Púrpura y que el nombre fue evolucionando. Le comenté que había leído en internet que el Sueño Púrpura era un tipo de sueño. Busqué rápidamente en mi celular y confirmé que era así, pero en realidad, ese tipo de sueño ocurría en un anime llamado The Evillious Chronicles. El Sueño Púrpura, o Sueño Profético, era una habilidad mágica que permitía a los personajes tener visiones del pasado o del futuro a través de los sueños).
Los Membrillos subieron al escenario y presentaron a su nuevo guitarrista, Mauricio Rodríguez, hijo de Luis Rodríguez, de The Spiracles y anteriormente de Resplandor, una banda pionera del shoegaze en Lima en los 90. Luis estaba al pie del escenario filmando, lo que generó una agradable sensación de continuidad generacional.
He visto al grupo en vivo varias veces y he notado que tienen dos momentos marcados. Uno es cuando tocan una canción como "Desaparecer", que siento muy cercana al indie pop de Gomas, con una excelente melodía recubierta de capas de guitarras distorsionadas y efectos de reverb en la voz. Es una canción perfectamente pop, y la considero, hasta ahora, el gran single del 2024. El otro momento es cuando se adentran en un universo más cercano al estilo de grupos como Slowdive, con un sonido más denso e introspectivo. Algo que me encanta es que nunca renuncian al ruido: lo extienden, lo modulan, y logran muy bien producir ese ambiente de voz dulce cantando con una tormenta sonora detrás. Definitivamente, están entre los mejores shows que se pueden ver en el underground limeño. Solo espero, por su salud, que estén usando tapones.
Finalmente, Ghost Mutt cerró la noche. Liderada por una cantante y guitarrista australiana que estaba de visita en Perú, la banda también contaba con un guitarrista peruano con quien la cantante está casada. A ellos se sumaron dos integrantes que vivían en Lima: un baterista y una bajista australiana, que aprendió a tocar el bajo solo para apoyarlos en este concierto. Había gente que conocía las canciones, lo que demuestra que han ido creando audiencia aquí. La cantante tenía un gran carisma y presencia escénica, hablaba un buen castellano, y sus canciones oscilaban entre dos idiomas. Su presentación tuvo un formato más rockero, y me recordó un poco a The Breeders, ese tipo de sonido que puede ser crudo, pero también bastante pop, con una voz que iba del susurro al grito. El público estuvo completamente entregado al show. Casi al final, tocaron una versión electrificada de "Acantilados" de La Zorra Zapata, que sonó increíble. Ojalá graben esa versión.
LAS AFINIDADES ELECTIVAS
Si hay un tiempo que considero bien invertido, además del dedicado a escuchar música y leer sobre ella, es el de conversar con músicos. Escuchar lo que tienen que decir sobre su propio trabajo, sobre lo que les gusta y disgusta, es algo de lo que he aprendido mucho, porque hay una idiosincrasia que si hay la oportunidad se puede entender mejor en una conversación.
Pienso que no es muy común en Lima encontrar espacios que fomenten ese intercambio de ideas. Por eso, me pareció sumamente interesante la reunión del sábado pasado en el exespacio Los Únicos, donde se llevó a cabo un evento llamado “Círculo: Encuentro de Plataformas Sonoras”, organizado por Mutar, un colectivo limeño interdisciplinario vinculado a la cultura del live coding. Participaron varios colectivos: La Escucha Como Acción, Suma, Audioespacial, Deshumanización, Peruavantgarde, Lumperica Editorial, Retama, Touchdesigner Perú, Lumina, Asimtria, y Mutar. Todos estos proyectos tienen en común que son autogestionados y se centran en la música electrónica/experimental, la mayoría con un enfoque interdisciplinario y de diálogo con otras disciplinas.
Este evento me recordó a un encuentro similar que se organizó en 2015, llamado “Globo & Lima 002 – Logros y Desafíos del Circuito de Música Electrónica”. Aunque estaba un poco más orientado hacia la música dance, también incluyó a personas del circuito de música experimental. Aquel encuentro reflejó no solo una intensa actividad musical, sino también un fuerte deseo de compartir ideas sobre cómo potenciar sus acciones. Han pasado casi diez años, y una nueva generación ahora tiene sus propios objetivos y necesidades.
Algunas ideas que, en mi opinión, sintetizaron lo dicho en este encuentro son:
“Dejar al otro hablar”: La intervención de Kike Trelles, del Colectivo Suma, destacó la importancia de la práctica de la improvisación. Kike habló sobre lo crucial que es, en la improvisación, dejar al otro hablar, y creo que esta idea trasciende lo musical, aplicándose también a la dinámica de gestionar la deseada asociatividad.
“Sincronicidad”: María Jesús Maury, de Proyecto Mutar y anfitriona del evento, habló de la sincronía entre los proyectos. Es decir, aunque todos trabajan en lenguajes más o menos afines, detrás de cada proyecto hay historias personales, tiempos dedicados, y objetivos distintos. Esto nos lleva a reflexionar sobre qué significaciones crean estas proximidades, cómo se afectan, y qué hay por descubrir allí.
TRES DISCOS RECOMENDADOS
Rosso Polare
Campo Amaro
Students of Decay, 2024
La música del dúo italiano Rosso Polare transporta al oyente a un lugar donde los cantos tradicionales y las leyendas vernáculas se fusionan con sonidos provenientes de una cultura de experimentación con cintas, loops e improvisación libre. Rosso Polare está compuesto por Cesare Lopopolo y Anna Vezzosi, ambos con formación en artes visuales. En su cuarto álbum, “Campo Amaro”, utilizan la grabación de campo (sonidos de pisadas, animales y murmullos) y el canto para crear collages sonoros muy singulares. Además, incorporan una instrumentación que incluye guitarra eléctrica, sintetizador, antiguos instrumentos de viento y percusiones, con los que dan forma a ambientes que van desde lo minimalista y silencioso hasta lo rítmico percutivo, siempre moviéndose en una zona indefinida donde las diferencias entre las fuentes sonoras ya no son claras y los sonidos se vuelven misteriosos.
Alessandra Novaga
The Artistic Image Is Always a Miracle
Die Schachtel, 2024
El nuevo álbum de la guitarrista italiana Alessandra Novaga, continúa en una senda iniciada en sus dos discos anteriores, que exploraban las relaciones de la música y lo que sería una evocación de directores de cine que le fascinan. “The Artistic Image Is Always a Miracle” es un álbum que surge a partir de la investigación que ella hace sobre la forma como el director Andréi Tarkovski empleó la música de Bach en sus películas. Novaga hace sus propias interpretaciones en guitarra, añade al álbum la grabación que unos interpretes callejeros hacen de otra pieza de Bach, y así va creando una especie de tejido-conversación con ese universo musical del cine de Tarkovski. El sonido de su guitarra puede ir de un estilo clásico, hacia formas experimentales, cercanas al ambient, al que también suma el uso de la voz en una técnica de canto susurro. Es música profundamente melancólica y evocativa.
Molina.rar
erreur minimaliste
Independiente, 2024
Escucha aquí
Últimamente se han dado a conocer muchas jóvenes bandas de rock y pop independiente surgidas en Arequipa. Pero conozco poco sobre la nueva actividad de música electrónica. Hasta ahora, que me entero de la salida de este disco del artista Molina.rar. “erreur minimaliste” está compuesto utilizando algunos cuantos sintetizadores y teclados, para crear una especie de synthwave minimalista que evoluciona hacia el ambient new age, hacia guiños al ineludible soundtrack de Strangers Things, y hacia una exploración de texturas con formas más experimentales, que es cuando alcanza su mejor momento. Es un trabajo lúdico, donde cada track parece el resultado de una aventura. Se trata de gestos melódicos, tan encantadores como imperfectos, que abrazan el lo fi como un mundo sin restricción.